10.11.03

Hombres de azul

No, el título no es mío. Se lo he robado a un grupo de blues de acá de Mza. Se llaman “Los alfajores de la Pampa seca”. El escribir este post me trajo a la mente ese título.
General fraN; aquí va el post que estuve hablando con Ud. hace algunos días:

Hace un tiempo, a mi amigo Javo se le ocurrió pintar su cuarto. Entonces me llamó y me dijo : “Ok, voy a pintar mi cuarto, a tomarme unas cervezas y a escuchar a PJ ¿venís?” Y yo contesté: “Bueno.”
Comimos homelettes cocinados x la experta Vero (la novia de Javo), y siendo alrededor de las 15:00 comenzamos con la misión imposible. Javo lijaba una pared, yo otra; y Vero...bueno, ella coreaba las canciones de PJ...
Con mis pobres bracitos cansados, a eso de las 19:00 terminamos de lijar y de poner enduido plástico en los lugares pertinentes, y empezamos a pintar.
Charla va, mate viene (...y la cerveza?), pasaron PJ, Bush, Björk, Portishead con su precioso “Dummy”, Beck con su intrascendente “Odelay” (no me gustó), se hicieron las 01:30 AM, como si nada. El tiempo había puesto 5ª velocidad, Vero se fue a dormir a su casa y yo empezaba a acordarme de 2 cosas:
1: Que hacía mucho que no comía, y el estómago se me quejaba, y
2: Que tenía ganas de fumar.
Considerando estos pilares ultra-necesarios, le digo al Javo:
-“Che, mejor nos apuramos con esto, Javo. Me está dando hambre y hace como 4 horas que apagué el último cigarrillo.”
Y el Javo dice:
-“Ajá. Acá a 5 cuadras hay un kiosco que seguro que está abierto; vamos, compramos puchos y alguito pa’ picar y terminamos. Nos queda la mano para el techo y ya está.”
-“Ok”.
Caminamos las 5 cuadras hasta el coskio, vestidos con la indumentaria propia de la gente que está pintando (pantalones rotos, remera ídem, manchados de pintura hasta nuestros últimos confines); llegamos, y... Opa: Las luces estaban apagadas, la persiana baja, y una lucecita roja que supuse era una alarma.
Javo: “Parece que está cerrado...”
Yo: “No me digas...”
Nos miramos, y Javo propone:
-“Cuatro cuadras más allá hay otro, ¿vamos?”
-“....bueno...”
Repetido el episodio anterior, le digo al Javo:
-“El barrio está muy lindo, pero si no hay un fkg kiosco abierto a las 2 de la mañana, no sirve para nada. ¿Tu auto tiene nafta?”
El Javo: “Sí.”
Yo: “Busquemos otro kiosco más lejos, entonces...”
El Javo: “Dale.”
Caminamos de regreso las 9 cuadras, el Javo saca su Batimóvil, y cuales 2 desesperados, vamos en busca de los puchos y de “alguito pa’ picar”.
En eso, vemos a una señora con un perro caniche que estaba regando las plantitas (sí, a las 2 de la mañana...); yo bajo el vidrio, y haciendo acopio de toda la buena educación que me caracteriza, le pregunto:
-“Buenas noches, señora...¿No sabe si por acá hay algún kiosco abierto?”
La señora me mira y pregunta con voz histérica:
-“¿Ese auto es de ustedes?”
Yo frunzo el ceño, lo miro al Javo (quien pregunta “¿qué dice?”), la vuelvo a mirar a la ja-vie, y le digo:
-“S..Sí...¿porqué? (¿?)”
-“Porque a mi yerno le robaron uno igual la semana pasada...”- contesta la señora, mientras su perrito divino no cesaba de ladrar (nos).
Entonces pensé:
-“Hace 3 días que no me afeito, tengo la cara manchada con pintitas de pintura, tengo puesto un gorro onda “Tumberos” (para proteger a mis vulnerables rastas), es de noche, está oscuro, son las 02:10 AM, y estamos vestidos como linyeras...Y sí, es lógico que la señora se asuste un poquito y que hasta tal vez piense que somos chorros..” Entonces, le digo:
-“Ah...mire qué cosas...Eh...yo, yo le preguntaba....si Ud. no sabe si hay un kiosco abierto x acá...noooo...¿no sabe? (...)”
-“No, m’hijito, no sé...”
-“Ah, bueno..¡gracias...!”
-“...”
Y le digo al Javo:
-“Rajemos antes de que la vieja y el perro se pongan más densos...”
El Javo arranca, y nos vamos. 20 cuadras más adelante, un minimarket nos saca del paso, y emprendemos el retorno.
Creo que faltaban unas 6 cuadras para llegar a la casa del Javo, cuando avistamos un móvil policial, que iba despaciiiiito, como a 20 km/h...
El Javo se le pega al paragolpes trasero y empieza a putear:
-“¿Qué le pasa a este boludo?”
-“No te hagas el loco”- le digo yo; – “Faltan poquitas cuadras...”
El Javo me mira con cara de orto, pone 2ª, se abre, y pasa al móvil.
Los polis se sienten aparentemente “ofendidos”, prenden las luces intermitentes (no la sirena) y empiezan a hacer señas.
-“Qué boludo sos, Javo”- ,le digo.
El Javo se para a un costado, y del móvil se bajan 2 polis; uno con linterna en mano, y el otro se pone a anotar la patente. Yo, pensando en no se qué mierda, me pongo el cinturón de seguridad.(¿?)
-“Buenas noches, caballeros”- dice el milico.
-“Buenas”- responde Javo.
-“Registro, tarjeta verde y seguro, por favor.”
-“Sí...”
Yo me saco el gorrito y bajo el volumen de la radio.
El poli corrobora todo, y empieza con el clásico cuestionario: “Hacia dónde se dirigen”; “Dónde residen”; “Qué andan haciendo”; “A qué se dedican.”
Transcurridos 10 minutos eternos y de máximo suspenso, el milico le devuelve sus papeles al Javo y dice: “Continúe su trayecto.”
Yo me empiezo a tentar de risa con eso que dice el milico, y para disimularlo, me rasco la cabeza.
-“Gracias, buenas noches”- responde Javo.
Bueno, lo que sigue son puteadas varias a “la vieja del caniche”, y ya estando en la casa del Javo, miro x pura curiosidad la patente del auto: empieza con “C A C”; y yo lo relaciono con la palabra “CACO” (ladrón..!)
-“Qué vieja de mierda”- sigue puteando Javo – “Seguro que fue ella la que llamó a la cana”; “menos mal que yo llevaba todo y que el auto está a nombre mío”.
-“Psé...”- digo yo.
-“¿Para qué carajos te pusiste el cinturón?”- pregunta Javo.
Y yo: -“Jjjjjjjjjjjjjjjjjjjj....No se!!!”
Y después pienso: “Si sobra pintura, le pinto la * o * al final de la patente, y después estacionamos en la puerta de la casa de aquella señora...” (Jó! Qué malo que soy! Deberían llevarme preso!) Mh- hm!

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