7.2.04

Historia de un cristal

Es que la guerra terminó. No porque así lo quisimos, sino porque se nos terminaron las balas, las bombas, los morteros. No nos queda nada. Si fuera x mí, seguiría luchando x mi pedazo de amor en el paraíso impersonal.
Pero aprendí todo. No gané ni perdí. Aprendí que el silencio se vuelve un excelente aliado cuando sabemos entenderlo. Aprendí que la razón de estar parado en el escalón + alto se debe a un karma invisible que nos recompensa con el oro de la tranquilidad, justamente, por habernos mantenidos calmos durante la tormenta. Y que la razón de estar en el escalón más bajo, se debe a un abismo que no nos piensa soltar el cuello hasta que no hayamos dejado crecer nuestras alas. No me cabe duda.
La desazón, el anti-yo, la melancolía, y la tristeza, podrán seguir rompiéndome las pelotas. Pero tengo mi oro, tengo mi paz; y mi abismo ha comenzado a tenerme miedo. Me quedan miles de páginas para ganarle. Lo voy a hacer mierda. Con calma, claro. Yes, it is.
Hare Rama.

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