13.4.04

Pequeño Mantra

¿Lo que nos rige se extingue?
Yo todavía me fanatizo con conseguirme una bola de cristal. Entregaría buena parte de mi presente escarchado para visualizar una mínima parte de mi futuro definitivamente incierto. Es desesperante. Algo así como criar ilusiones, cuidarlas, alimentarlas, mimarlas, ver cómo crecen, se hacen grandes; y no saber adónde diablos van a ir a parar.

Qué pasa. Todo se extingue, se pierde, se va por el excusado, sin excusa alguna. Qué clase de sol abriga sin detenerse. ¿Existe ese sol? ¿Existe la lluvia serena, en lugar de las Tormentas que contraen matrimonio con los Tormentos y siempre vienen de la mano a romperme las pelotas?

Mañana quizás entienda todo, y me deje en paz a mí mismo, porque al final de cuentas, al único que jodo con no entender nada, es a mí.
¿Cambian las cosas cuando uno las entiende? ¿Cambia la pintura cuando uno la descubre y dice “Ah, ésta es la cabeza; éstos son los pies; y éste es el culo”...?

Porque al final, todo parece abstracto; hay tan pocas cosas verdaderas en el mundo, que todo parece abstracto. Y lo abstracto esconde algo; y lo que esconde algo no aporta nada, y lo que no aporta nada, es descartable, y lo descartable también se va por el excusado sin pedir excusa.

Me gustaría tener un poco de paz, me gustaría ser libre de mí mismo, me gustaría que mis días dejaran de ser abstractos; y me gustaría dejar de escribir estas mierdas.