Tarjeta recargable (f4y4e1b)

Después de las 5 de la mañana, todos salen a hacer trámites burocráticos. Esta mañana me tocó ir a la federal a gestionar mi pasaporte. Solamente daban 50 números, y el señor de anteojos bajito que estaba adelante mío, fue el número 50. Me tragué 2 horas de cola, el humo de 5 cigarrillos, y al soporte apoyado de mi otro yo durante 2 horas al pedo.
Volví puteando y hablando solo aprovechando que mi ridiculéz se limitara al relativo poco tránsito que hay a las 7 de la mañana en ésta cuidad mal cogida, y el café de máquina que compré con cara de culo me quemó la garganta y manchó mi campera blanca, y el taxi se quedó con $2 porque no tenía vuelto, y pasé por Webhouse, y tenían a Buddha Session en los parlantes, y gon colgóse para el resto de los siguientes 45 minutos mirando a la pantalla blanca de blogger sección izquierda al fondo, país biónico atraviado en sesiones vagas remontando que en agosto de 2003 empecé a postear mis huevadas acá.
Sun entra en mSn y tras intercambiar letritas rojas y negras me pregunta que qué me pasa, boludo, y yo empiezo a renegar otra vez de mSn, de mis realidades, de mahashibaratri, de mí, de mis sentidos poco comunes, de mi poco sentido común, de mis problemas que me pinchan la burbuja que hago con el jabón de mi alma, del café que está asqueroso, de que la campera sea blanca, y de que el cíber se llenó de colegiales boludos que se hicieron la rata un día martes. Dew.