25.1.05

Tomate existencialista

Y quizás a él también le llego el momento, como nos llega a todos, de preguntarse acerca de su existencia, de su condición.
¿Quién soy? ¿De donde vengo? ¿Cuál es mi verdadera misión en este mundo? ¿Soy fruta o verdura? ¿Veré madurar a mis hijos?
Son esos momentos donde uno mira a a su alrededor, quizás como nunca antes lo hizo. Es un pequeño milagro que acontece. Durante un tiempo uno se separa de la cotidianedad, de la coyuntura, para ver todo más claramente...pero después, si se está detrás de la pista correcta, uno se da cuenta de que está en uno la respuesta. Y se mira y ve que el verdadero milagro es la vida de uno. Mira su rasgos, su cara, sus labios...mira sus manos y piensa.
Como el tomate.


Pienso, luego existo.

Dedicado a todos los tomates vivos y difuntos.

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