12.2.05

La vainilla no existe

La vainilla no existe. Es un invento. No hay tal cosa como una fruta llamada vainilla. Sí, ya se: la imagen que aparece abajo pareciera tirar abajo toda mi teoría...aparentemente. Pero como ustedes pueden observar, es una flor, muy parecida. a la flor que aparece en los envases de yogurt. Y esa flor forma parte de un plan macabro que esconde traiciones y mentiras. Fue seleccionada entre tantas otras, para ocupar el lugar de la verdadera fruta "vainilla" que no existe. O qué? me van a decir que los señores de las yogureras se ponen vestidos con voladitos, sombreros de paja y salen a recoger flores por el campo? Y que esas mismas flores son cortadas en pedacitos minúsculos e introducidos en la bebida antes mencionada? Ni loco!! Es una estupidez pensar eso!! Y si fuera que le extraen el sabor y luego se lo injertan al yogurth tampoco me la creo. Si fuera así, por qué no hay yogur de rosa, de margarita, de jazmín? Si es cuestión de andar sacándole gusto a las cosas que andan dando vueltas: por qué no hay yogur de Vithel Toné? O de roble?
Es como yo digo: la vainilla no existe, existe el sabor a vainilla que fue creado en la década del 60 por un grupo de estudiantes americanos, en un laboratorio de máxima seguridad. Allí se extravió un tubo de ensayo con el sabor que luego fue encontrado en un tacho por los rusos. Un científico alemán, deseoso de fama y fortuna, compró la extraña fórmula a pesar de que sabía de su ilegalidad. Y un día en su casa dijo: "ahora voy a inventar el yogur de...de..." y como tenía una prima que se llama Herbilla se le ocurrió ponerle vainilla en honor a ella.
El yogur de "Varnilla" (así se llamaba en los primeros tiempos) fue un fracaso en la Alemania oriental pero rápidamente se convirtió en un éxito sin precedentes en Uruguay. Al científico (cuyo nombre prefiero no revelar) le empezaron a llegar cartas pidiéndole más información acerca de este novedoso brebaje. Las mujeres uruguayas, en su mayoría madres que obligaban a sus hijos a ingerir yogurth en grande cantidades, pensaban que este sabor extraño tenía algo que ver con algún tipo de hortaliza.
El inventor, al ver que iba a quedar al descubierto su secreto por la cantidad de diversas conjeturas que se hacían alrededor de tan novedosa bebida, escribió el libro titulado: "La Vainilla" donde destacaba los atributos de esta, denominada por él fruta que, según él, podía encontrarse en medio oriente cada cuatro kilómetros, detrás de las gasolineras de la ruta que va a Pamud. Algo realmente absurdo. He recorrido esa zona una docena de veces y jamás vi nada ni siquiera parecido.
Poco antes de publicar su libro este atrevido alemán tuvo, debo admitirlo,
una grandiosa idea. Primeramente se puso en contactos con los más grandes expertos en alimentos: el Dr. Linus Pauling y su ayudante el también Doctor Ricauter Arrocha. A cambio de una cuantiosa suma de dinero (que hoy no podría especificar) crearon juntos las famosas "vainillas": esas galletas que todo niño ha comido alguna vez en su vida, que todo jovencito a sumergido en la chocolatada fría o en el café con leche caliente, o en la leche sola tibia. De esta forma, durante años a los investigadores les ha costado gran pérdida de tiempo y de dinero darse a entender: la gente pensaba que hablaban de "vainillas", cuando en realidad hablaban de "la vainilla".
Para concluir su mentiroso informe, el científico alemán incluyó la foto que ustedes pueden apreciar aquí debajo. Dicha foto fue tomada por el propio científico en el patio de su casa. Lo que ustedes ven no es ni más ni menos que una flor deforme de potus que colgaba desde una maceta, al borde de su ventana. Y así queda al descubierto la mentira de mentiras.
Hace unos años, cuando la investigación parecía iba a arrojar conclusiones certeras, surgió una alianza alemana-americana: la aparición del rapero Vainilla ice da cuenta de ellos. Sus esfuerzos, como se puede observar aquí hoy, fueron en vano.
Todo esto yo lo sé simplemente porque soy una persona muy instruida en lo que se refiere a secretos del universo y por que he dedicado años de mi vida a la investigación. Sucumbo a la ira cuando veo que la gente es tan ignorante de algunas cosas y por eso hago público este documento, no por ostentar conocimiento sino más bien para crear conciencia. Todos teníamos derecho a saber la verdad. Ahora, gracias a mi ?obviamente-, muchos más la saben. El mundo espera...la vainilla no existe.




"Und Vainilla" (traducido como ´La Vainilla´). Pág. 98. Fig. A.

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