9.2.06

at the door

de eso mesmo se trata, hay que esperar, sobrevivir, cantarlo a Cake. tengo todo para vivir, voy a vivir, yehh, oh.
la primera vez fui libre. después se me olvidó.
tuve miedo de dejarlo pasar, pero después de dar vueltas toda la noche y no ver ninguna cara, antojóseme cambiarlo todo, y convertirme en puzzle.
¿De verdad soy tan fácil?
le mostré los pedazos, le mostré dolor, me vio, y la situación fue tan estúpida que tuve que devolverme de la verguenza, loco, man, me dio verguenza, yo decía: no, no puede ser, no puede pasar, y al final,

pasa.

ahora viene la parte de las trompetas.
o de las trompadas.
lo que sea, chaval.

Era de locos, subí por el ascensor, escuché ruidos en el departamento, abrí la puerta, y supe que salir antes de trabajar tiene sus vericuetos.

hablando de trabajar, salimos al banco con 2 de mis jefes (uno él y otra ella) llevando una bolsa azul de 20x20 con mucha, mucha plata, cheques, bonos, cosas; y uno de los pendejos que están en la esquina de Rivadavia y Acoyte boludeando y pidiendo plata tuvo curiosidad por el sobre, y arrebatóselo a mi jefe, y salió disparando como loco el pendejo, hijo de puta. Sara subió a su Renault Clío azul y se perdió sobre Acoyte mientras yo seguía al pendejo de mierda que me llevaría unos 40 metros de ventaja. El pibe corría con sus Nike lo más rápido que podía; se llevó puestas 2 sombrillas de un minimarket, e hizo caer a una señora paqueta que tomaba no se qué mierda en uno de esos cafés chetos de Cabashito; yo le gritaba cosas, y cuando miré atrás mío ya eran como 4 personas más los que perseguíamos al pendejo de mierda. Al final, unos 25 segundos después de toda la escena, Sara le puso el auto delante, el pendejo hizo una pirueta digna del mejor circo alemán, y se hizo bosta; rebotó en el capót y fue a dar con un 405 taxi. Cuando llegué Sara estaba histérica, "lo maté, la puta madre, lo maté", decía la mina, y yo le respondía, "que no lo has matado, Sara, éste boludo está más vivo que vos y yo", mientras me convencía cada vez más de ello, porque el muy hijo de puta no se dignaba a soltar el sobre.

y bueno, me fui a casa.
comí unos trozos de arrollado de atún que sobraron de ayer, pensé, me dormí en el 86, me puse una remera 3/4 y así sigue todo, bien, cansado, el perro bien, mi vida es..."es"..., y el mes que viene cuando cobre voy a comprarme una almohada nueva; ésta me hace cagar la espalda.

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