11.8.06

Basta!

Los servicios de inteligencia (?) británicos fueron efectivos y desmantelaron un operativo que hubiera dejado a 10 aviones con 700 personas cada uno (7000 personas) sin vida. Hubiera desatado el caos y quién sabe que represalias (y contra quién o quiénes).

Miles de familias destruidas, sangre derramada en el medio del océano atlántico.
Yo me pregunto: y si estos servicios de inteligencia hubieran investigado Irak cuando se hablaba de las armas de destrucción masiva que NO aparecieron?
si hubieran hecho "inteligencia" y aconsejado que convenía escuchar las advertencias de la ONU de que no era aconsejable invadir el feudo de Saddam por que no había prueba concretas?

¿Qué hubiera pasado si la inteligencia británica se daba cuenta que los misiles inteligentes no son ni nunca fueron tan inteligente como ellos y no discriminan terroristas, asesinos, criminales de guerra de niños y mujeres embarazadas?

Podrían haber sido verdaderos servicios de inteligencia y llegar a la conclusión que la guerra no resulve nada, sino que por el contrario aumentan y fomentan el odio y la destrucción, el fundamentalismo en todas sus expresiones.

Podrían también haber hecho investigaciones (como las que venían realizando durante meses para desarmar el operativo de ayer) para mostrarle al mundo que lo de Israel es una masacre sin sentido y que el estado de Israel viene desobedeciendo, desde hace años y con el apoyo de EE.UU. las "recomendaciones" de la ONU. También se podría haber puesto el desempeño de un cuerpo tan inteligente (como es Scontland Yard) al servicio de la paz en los distintos puntos de conflicto del Medio Oriente entre israelies y palestinos.

Es una lástima que el servicio de inteligencia británico, de excelente desempeño en estos días, se preocupe solo por la vida y segurida de algunos, de algunas vidas (que hoy, afortunadamente, tienen plata para comprarse perfumes caros que ya no podrán llevar en sus bolsos de mano, para viajar en bussines después de haberse sacado fotos en el Big Ben) y no de otras que no tienen un techo para refugiarse por que los bajaron las bombas, y que el único líquido que conocen es el de sus lágrimas, porque ni agua potable les queda.

De que inteligencia me hablan? Inteligencia al servicio de unos, inteligencia al servicio del dinero, del petroleo, del poder (ese poder con minúscula, el más repudiable, el bárbaro, el poder de los bush, de los panqueques blair, al servicio de los berlusconis que todavía quedan dando vuelta en los paises del norte). Eso, les explico, no es inteligencia. No se puede llamar "servicios de inteligencia" a estos aparatos que le enseñaron a nuestros militares a torturar y que hoy siguen torturando en las cárceles de guantánamo o en las cárceles israelitas, los que les enseñaron como fabricar las bombas a los tipos que hoy se las tiran (por que Al Qaeda, les explico, no nació por generación espontanea, la cigueña que viene de París no es precisamente la responsable de su existencia). Esta gente es la uniforma, que hace que todos los extranjeros de Londres y del mundo pasen a ser potenciales terroristas. Y no porque los terroristas no existan. Sí existen y son terribles, son una mierda, la misma mierda que ustedes, gobernantes civilizados y cristianos, con otras banderas, otros intereses (otros negocios) pero existen, en parte, porque ustedes también existen. No hay buenos y malos. Ustedes, todos ustedes, peleando en ambos bandos, son malos. Son malos también los que los votan en esta democracia vencida que vivimos en estos tiempos que espero que algún día queden atrás.


¿Hasta Cuando?

Por Eduardo Galeano

En Caná, donde Jesús convirtió el agua en vino para celebrar el amor humano, el odio humano despedaza más de treinta niños en un largo bombardeo. La guerra sigue, como si nada. Como de costumbre, dicen que fue un error. ¿Hasta cuándo los horrores se seguirán llamando errores?

Esta guerra, esta carnicería de civiles, se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero?

La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron?

Hezbolá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo?

Irak, Afganistán, Palestina, Líbano. ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países impunemente?

Las torturas de Abu Ghraib, que han despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió el nombre pero no las mañas. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en nombre de la legítima defensa de la patria?

Israel ha desoído cuarenta y seis recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el privilegio de ser sordo?

Las Naciones Unidas recomiendan, pero no deciden. Cuando deciden, la Casa Blanca impide que decidan, porque tiene derecho de veto. La Casa Blanca ha vetado, en el Consejo de Seguridad, cuarenta resoluciones que condenaban a Israel. ¿Hasta cuándo las Naciones Unidas seguirán actuando como si fueran otro nombre de los Estados Unidos?

Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?

La historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la vida de cada israelí?

En proporción a la población, los cincuenta mil civiles, en su mayoría mujeres y niños, muertos en Irak, equivalen a ochocientos mil estadounidenses. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando, como si fuera costumbre, la matanza de iraquíes, en una guerra ciega que ha olvidado sus pretextos? ¿Hasta cuándo seguirá siendo normal que los vivos y los muertos sean de primera, segunda, tercera o cuarta categoría?

Irán está desarrollando la energía nuclear. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que eso basta para probar que un país es un peligro para la humanidad? A la llamada comunidad internacional no la angustia para nada el hecho de que Israel tenga doscientas cincuenta bombas atómicas, aunque es un país que vive al borde de un ataque de nervios. ¿Quién maneja el peligrosímetro universal? ¿Habrá sido Irán el país que arrojó las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki?

En la era de la globalización, el derecho de presión puede más que el derecho de expresión. Para justificar la ilegal ocupación de tierras palestinas, la guerra se llama paz. Los israelíes son patriotas y los palestinos son terroristas, y los terroristas siembran la alarma universal. ¿Hasta cuándo los medios de comunicación seguirán siendo miedos de comunicación?

Esta matanza de ahora, que no es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de la indignación?

Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas y a veces bastante más, como en Caná. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de Estado? ¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria palestina y repudian el manicomio fundamentalista?

Los terroristas se parecen entre sí: los terroristas de Estado, respetables hombres de gobierno, y los terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los tiempos de la Guerra Fría contra el totalitarismo comunista. Y todos actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra entre Israel y Hezbolá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes, quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Irak y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio, que fabrican fanáticos en serie?

Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible?

No hay comentarios.: