Atarse los cordones

Hoy iba caminando hacia mi casa. Hací­a frí­o y era tarde. Tení­a hambre. Iba pensando en un trabajo que tengo que presentar para la facu el lunes. Mientras caminaba me di cuenta de que mis cordones estaban desatados. Frené. Puse el pie en un escalón y me los até. Mientras lo hací­a me di cuenta de que increible era que un conocimiento que adquirí hace años estuviera tan presente en mi actuar que podía­ hacerlo sin ni siquiera pensarlo. Son muchas las cosas que hacemos casi­ mecanicamente pero son pocos los momentos donde nos damos cuenta de que el movimiento que estamos ejecutando esta configurado desde hace mucho tiempo en nuestra mente. Sí­, yo puedo atarme los cordones...es todo un logro del que nunca fanfarronee pero hoy lo hago...y no solo puedo atarle los cordones a mis gastadí­simas zapatillas, sino que tambien puedo hacer lo mismo con mis zapatillas biónicas. No tengo un par de estas pero cuando las tenga...