Pobre tipo

Hoy vi un tipo en la tele. Padre de una chica transplantada. Se había tomado un taxi y el tachero le había hecho un verso, planeado de antemano, con un modus-operandis casi perfecto...y asi le afanó seis billetes de cien pesos y uno de cincuenta dólares. El periodista, de Crónica, le estaba haciendo una entrevista y le dice al pobre tipo, con muchísimo buen gusto: "entonces, le han hecho lo que se dice ´el cuento del tío´?". "Si" responde el tipo que a esa altura empezaba a soltar unas tímidas lágrimas. "Y esa plata estaba destinada a la nena, que es transplantada...cómo pude ser tan boludo?" Miró hacia abajo y se puso a llorar, con las manos tapando su cara.
Me emocionó su tristeza. Ver el dolor de ese hombre, al que habían cagado de una forma tan cruel, tomándolo por boludo...y el tipo cayendo en esa trampa tan salvaje. Pero lo que me daba más pena era el pobre tipo, enfrentándose con toda su pelotudez, viendola de frente, cara a cara, y sintiéndose eso: un boludo. Un imbecil. Y su impotencia. Creo que debe haber pocas cosas más tristes para un hombre, pocas cosas peores que enfrentarse con toda su inutilidad. Sentirse tomado por estúpido...y reconocerse estúpido...haber tenido la posibilidad de escaparse de la telaraña y no haberse dado cuenta de que estaba siendo cagado. Y ver como su distracción le había costado caro.